martes, 10 de julio de 2012

LAS 3 LENGUAS

 

¿Cómo te sentirías si tu mejor amiga te hablara así?: “¡qué gorda estás!”,”¡te ves vieja!”,”¡eres una tonta!” “¡nunca haces nada bien!”. Seguramente te ofenderías, enojarías y le reprocharías: “con amigas como tú, ¡los enemigos sobran!”
 
Ciertamente no aguantarías a alguien que te repudie y maltrate. Sin embrago, existe una persona a quien muchas veces le permites que te hable despectivamente. ¡Esa persona eres tú!

Por ejemplo, cuando derramas la salsa de tomate en tu camisa nueva, cuando olvidas el celular en la casa o cuando tienes prisa para llegar y te pierdes, inmediatamente reaccionas con insultos como “!que estúpida soy, no sirvo para nada!”.
 
Cada vez que te desprecias destruyes tu autoestima. Es decir, no te quieres a ti misma. Es como cuando regañas a un niño y le dices: “no sirves para nada”, aplastas su autoestima y lo perjudicas de por vida. La raíz de todos los problemas emocionales se debe a la falta de amor propio.
Resulta difícil amarte porque no puedes relacionarte contigo de la misma forma que lo haces con los demás. Por ejemplo, es fácil amar a otra persona, ya que puedes mirarla a los ojos, abrazarla, besarla, oler su perfume natural, sentir sus mimos, apreciar sus detalles y hasta reírte de sus ocurrencias, pero no puedes hacer esto contigo mismo.
 


El amor propio se manifiesta en el diálogo interno que entablas contigo. Con mejorarlo un poquito, logras resolver muchos conflictos y garantizarte una vida más feliz.
No permitas que tu lengua te insulte. Utiliza el mismo vocabulario que usas cuando le hablas a un ser querido. A continuación te describo las tres lenguas del amor propio:

Lengua motivadora: úsala cuando sientas
 miedo, inseguridad, o estés a punto de tirar la toalla. Di en voz alta: “yo puedo”, “no me rindo”, “creo en mi”.

Lengua consoladora: en momentos de tristeza, frustración o desconsuelo, reconfórtate: “no me voy preocupar”, “la próxima vez será mejor”, “no es culpa mía” ” todo va a estar bien”.
Lengua halagadora: ¡empléala lo más posible! Con mucho amor y una gran sonrisa, exprésate: “soy muy bonita”, “tengo mucho talento”, “soy lo máximo”, “me quiero mucho”.
Trátate siempre con el lenguaje de amor que usarías hacia el ser amado. Cuando te hables, utiliza palabras para inspirarte, motivarte y alentarte a ser mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario