martes, 10 de julio de 2012

Autoestima

Reconocemos que la autoestima es un valor propio, un concepto sobre nosotros mismos, no sólo de nuestro cuerpo, como organismo, con nuestras formas y funciones. Sino desde el plano espiritual, lo que represento, lo que soy.
Que es fundamental esa impresión que nos muestren los mayores cercanos en nuestra infancia: padres, familiares, tutores, abuelos, hermanos mayores. Y lo que se vive.

 
La autoestima no es un rasgo congénito, se aprende con la interacción y ese sentido que le damos a lo que percibimos desde afuera.
Sin embargo, considero muy importante la vida intrauterina ese nivel de aceptación de padres sobre todo la materna, ese nivel de comunicación efectiva desde el mismo momento de la concepción. Y luego, al nacer ese roce emocional, la mirada, la caricia, el toque del cuerpo con la madre, que luego ese conjunto se fortalece, desaparece o se refuerza cuando se adquiere pensamiento mágico, alrededor de 5 a 6 años el niño le da forma a esa información que le ofrecen sus seres queridos o significativos.
Autoestima: quererse.
Para mi concepto, se reduce a eso y luego de allí parte el resto.
Si me quiero, me siento dispuesto, con ganas, me siento con posibilidades, apto, operativo, merecedor, decidido.
La pregunta es, sí es así tan sencillo de decirlo y mostrarlo ¿Por qué en nuestra sociedad estamos rodeados de tantas personas sin voluntad para hacer lo mejor para sus vidas, con dificultad de elección, ineficaces, poco asertivos, inseguros, resistidos al cambio, dependientes, apegados a todo tipo de relaciones y hasta en lo material, personas que no logran alcanzar propósitos por muy pequeños que parezcan y todo en su vida es una tragedia? Y no es una minoría.
Es amplio este tema con varios matices, dado que el ser humano es único.
Siempre he compartido la idea de que el esquema corporal es fundamental partiendo de:
1.-AUTOCONOCIMIENTO:
Hacer un listado de nuestras debilidades y fortalezas, Aprender a conocerse es saber ¿por qué? y ¿cómo se actúa y siente?, es saber percibirse completo: mis sentimientos, mi cuerpo, mis pensamientos.
2. AUTOCONCEPTO
Es la visión o la imagen que tengo de mí mismo y aceptar lo que los demás piensa de mí o dicen de mí.
3.-AUTOEVALUACIÓN
Hacer un juicio crítico sobre nuestros actos, evaluar lo positivo y negativo para mí.
4. AUTOACEPTACIÓN
Aceptarme significa aprender a amarme y respetarme con todas mis características, con lo negativo y positivo, mis capacidades y mis limitaciones, mis aciertos y errores.
5. AUTORESPETO
Lo logré; significa hacer caso las necesidades para satisfacerlas y expresar nuestros sentimientos y emociones, sin hacernos daño ni culparnos. Es sentirse orgulloso de todo lo que haga uno.
6.- AUTOESTIMA
Soy feliz. Quien se quiere a sí mismo se conoce y se acepta tal como es, conoce sus cualidades y sus limitaciones. Todas las personas valemos por nosotras mismas. No es necesario ser él o la mejor. Lo importante es hacer nuestro mejor esfuerzo y sentirnos satisfechos con nuestros logros.
No se llega de una vez a cultivar o a fomentar una adecuada autoestima, es un proceso, una escalera de vivencias que dan paso una a la otra.
Muchos padres actúan como castradores emocionales de sus hijos, porque tal vez lo fueron de ellos mismos o así ocurrió con ellos, y se repiten los ciclos no aprendidos, no resueltos.
Desde pequeños, se le señala al niño la parte del cuerpo que no es común, surge la burla, o los comentarios preocupantes, señalar las diferencias entre hermanos, por características físicas y el mensaje que se ofrece es el de “no te acepto así” eres muy flaco, o muy gordito, o muy bajo, o muy narizón, o equis. Ese tipo de relaciones van dando al niño sus primeras etiquetas.
También está la situación del padre que elige desde bebes, el vestido, el lacito, el zapato, el color, el gorrrito, el monito, etc. Y el niño va creciendo y todo se lo compran sin tomar en cuenta los gustos o preferencias del niño, pareciera que por ser pequeño no sabe, no conoce y sobre todo no tiene vida propia aún.
Pero, luego, si quieren que elija que quiere estudiar y el muchacho no sabe, no tiene idea, muy pocas veces eligió qué quería comer, cómo, cuándo, no que ponerse, ni en donde estudiar, nada. Todo era seguir. Y va a la escuela y continua siguiendo un aprendizaje desde un pizarrón, donde lo que hace es reproducir información, sino copias no hay recreo, sino copias hay notas para la casa, en realidad no hay aprendizaje, pero eso es una sumatoria más. Y si haces la operación con un modelo o método distinto está mal, es como el que se les enseñó.
Entonces, ¿qué tipo de sociedad se puede esperar si es la que se está cultivando?
Estamos fortaleciendo niños, inseguros, dependientes, que luego queremos listos, rápidos, que elijan novias buenas, amigos buenos, cuando hasta eso se lo elegimos con la idea que son los mejores según nuestro criterio, porque aún no están listos.
Pero, como mencionaba por allá arriba. Somos únicos. Y no es así para otro gran grupo. Que muchos crecen sin el abrazo paterno, la mayoría y hoy en día hasta en los distintos estratos sociales (léase dos bajo y alto jajaajaja, ya no quedan muchos) hasta carecen del materno, ya sea por trabajar de sol a sol y “no hay tiempo” lo dejan dormido y llegan y ya está dormido, o sencillamente no están. Estos niños crecen prácticamente solos, con la compasión de alguien cercano, o las abuelas que han ido sustituyendo ese rol materno.
¿Qué pasa con estos niños solitarios? ¿Están destinados al fracaso personal, familiar, laboral, por no tener la principal fuente de regeneración del amor y respeto por sí mismos?
Yo creo, que la vida misma es el principal desafío al que se enfrenta todo ser humano. Es un reto vivir. Y vivir de la mejor manera.
Si las persona entra en conciencia de su vida, la entiende y se traza una meta, tiene un propósito, todo va a ser distinto.
Claro, es importante señalar, que no damos lo que no tenemos. Pero, podemos adquirirlas por otras vías, no cerrándonos a esas posibilidades, sanando y perdonando lo anterior para poder tener el espacio, la disposición y la voluntad de seguir.
No siempre lo que se proyecta es. 

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Muchas personas sonríen cuando por dentro lloran. O al revés. Pero, una persona feliz es como el humo, la tos, no se puede ocultar, irradia luz, claridad, entusiasmo, lo contagia. Consigue soluciones, aporta ideas, no señala, ni se encierra, su rostro lo dice más que las palabras, su cuerpo todo.
La autoestima no basta con repetir como loritos “yo me quiero”, “yo me acepto”; cuando nuestros actos demuestran todo lo contrario, una autoestima elevada, trabajada se demuestra cuando respetamos a los demás, reconocemos nuestras debilidades, nuestras fortalezas, y sabemos aceptar nuestras errores y por lo mismo sabemos pedir perdón cuando nos equivocamos, cuando erramos o sabemos que hemos lastimado a alguien.



Quisiera señalar un ejemplo, el caso de Maiklel Melamed, con retardo Psicomotor, subió la montaña más alta de nuestro país, Venezuela, el pico Bolívar (5.007 m.s.n.m.), ha participado en carreras de 7 y 10 Km., y se propone a hacer el maratón de Nueva York, como ejemplo de lo que podemos ser capaces.
Y señalar otro ejemplo: Yo. Pero, lo haré en el foro del cuesteonario.
Saludos y una feliz semana productiva para todos.

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