jueves, 2 de enero de 2025

Trastorno Depresivo Mayor (TDM)

El Trastorno Depresivo Mayor (TDM), también conocido como depresión clínica, es una afección de salud mental que afecta el estado de ánimo, el comportamiento y la salud física. Las personas con TDM experimentan sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza y pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban.




Síntomas Comunes:

  • Emocionales: Tristeza constante, irritabilidad, desesperanza.

  • Físicos: Cambios en el apetito y el peso, problemas para dormir, cansancio extremo.

  • Cognitivos: Dificultad para concentrarse, pensamientos negativos.

  • Comportamentales: Aislamiento social, falta de motivación.



Causas:

No existe una única causa, pero se cree que una combinación de factores biológicos, sociales y psicológicos contribuye al desarrollo del TDM.


Tratamiento:

El tratamiento puede incluir terapia psicológica, medicamentos antidepresivos y cambios en el estilo de vida. 

La depresión mayor es una patología seria pero, tratable. Las opciones de tratamiento suelen variar dependiendo de la gravedad de los síntomas, y en casos graves, la administración de psicofármacos combinado con la psicoterapia parece ser el tratamiento más apropiado.

En los últimos años se ha mostrado la eficacia de otros tratamientos, por ejemplo, el de la Terapia Electroconvulsiva (TEC), que suele emplearse cuando la sintomatología depresiva es severa o la terapia con fármacos no da resultado. Eso sí, esta terapia no es comparable al electroshock, ya que la intensidad de las descargas es mucho menor.

Sin embargo, las personas diagnosticadas con depresión mayor pueden recaer con facilidad en este tipo de crisis, de modo que el tratamiento se plantea como una ayuda de por vida.



El síntoma más característico de la depresión es que el paciente se siente como hundido, con un peso agobiante sobre su existencia, sobre su vitalidad que cada vez lo entorpece más y más para vivir en plenitud.

Los síntomas principales que la definen son:

Tristeza patológica: Se diferencia de la tristeza, que puede ser un estado de ánimo normal como la alegría, cuando alcanza un nivel tal que interfiere negativamente en la vida cotidiana, tanto en lo social como en lo familiar y lo sexual. Aparece sin motivos o tras un acontecimiento significativo. Es una sensación muy profunda, arrasadora. Tanto, que el paciente se siente "en baja", tal como si hubiera perdido el sabor, el placer de vivir. Se considera incapaz de brindar amor o afecto, lo cual aumenta sus sentimientos de culpa. Un dato tremendo: el 15% de los deprimidos termina suicidándose.

Desgano y anhedonia: el sujeto se torna apático, no tiene ganas de nada (ni siquiera de vivir) y nada le procura placer 

Ansiedad: es la acompañante habitual del deprimido, que experimenta una extraña desazón, como un trasfondo constante. Cuando la ansiedad prima en el cuadro clínico, estamos frente a una depresión ansiosa. Por lo contrario, cuando predomina la inhibición, se trata de una depresión inhibida; quienes la padecen son personas malhumoradas, irritables, agresivas.

Insomnio: al paciente le cuesta conciliar el sueño y, además, se despierta temprano y de mal talante.

En algunos casos, que constituyen minoría, puede presentarse la hipersomnia (exceso de horas de sueño).

Alteraciones del pensamiento: imagina tener enfermedades de todo tipo; surgen ideas derrotistas, fuertes sentimientos de culpa, obsesiones. El pensamiento sigue un curso lento y monocorde, la memoria se debilita y la distracción se torna frecuente.

Alteraciones somáticas: por lo común surgen dolores crónicos o erráticos así como constipación y sudoración nocturna. Se experimenta una persistente sensación de fatiga o cansancio.

Alteraciones del comportamiento: el paciente tiene la sensación de vivir arrinconado, rumiando sus sinsabores. Puede estar quieto, de manos cruzadas, o explotar en violentas crisis de angustia o en ataques de llanto por motivos insignificantes. Le resulta difícil tomar decisiones y disminuye su rendimiento en el trabajo.

Modificaciones del apetito y del peso: la mayoría de los pacientes pierde el apetito y, en consecuencia, provoca la disminución de peso.

Pérdida del placer: en lo sexual, se llega a la impotencia en el hombre o a la frigidez en la mujer; también disminuye y tiende a desaparecer el contento en el trabajo, en el deporte y en los juegos y otras actividades que anteriormente le eran gratificantes.

Culpa excesiva: siente con exceso la carga de una culpa inexistente, lo cual puede desembocar en delirios.

Pensamiento suicida: los pacientes presentan una preocupación exagerada por la muerte y alimentan sentimientos autodestructivos.

Disminución de la energía: se produce un cansancio injustificado, a veces con variaciones durante el día, muy a menudo más acentuado por la mañana. Las personas afectadas suelen sentirse más fatigadas por la mañana que por la tarde.


Es importante buscar ayuda profesional para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.



¿QUÉ ES UNA HEURÍSTICA?

  Las heurísticas son comunes en la vida cotidiana y en varios campos, como la informática, la psicología, la economía y la toma de decisiones. Por ejemplo, cuando decides tomar la ruta que conoces mejor para llegar a un lugar, estás usando una heurística en lugar de calcular todas las posibles rutas y tiempos de viaje.

Nuestro cerebro tiene una capacidad limitada de procesar información del entorno, por lo que a pesar de que tengamos un pensamiento sistémico, de manera individual solo podremos trabajar con una simplificación del sistema, esto nos lleva a tomar decisiones con “huecos” en nuestra información , y  cómo a nuestro cerebro no le gusta la incertidumbre, suele tomar “atajos mentales” para  rellenar esos “huecos” y resolver problemas de manera más rápida y eficiente. Estos atajos se conocen en psicología como heurísticos y nos permiten simplificar procesos mentales complejos y hacer nuestra vida diaria más manejable.
  

En psicología, una heurística es un atajo mental o una regla práctica que la mente utiliza para simplificar la toma de decisiones y resolver problemas rápidamente. Aunque las heurísticas pueden ser útiles y eficaces, a veces pueden llevar a sesgos y errores de juicio. 


Aquí hay algunas formas en las que se aplican en la psicología:

  1. Disponibilidad: La heurística de disponibilidad se basa en la facilidad con la que se recuerdan ejemplos o información. Por ejemplo, si escuchas sobre varios accidentes de aviones en las noticias, podrías sobrestimar la probabilidad de que un accidente ocurra en tu próximo vuelo.

  2. Representatividad: Esta heurística implica juzgar la probabilidad de un evento basándose en lo similar que es a un prototipo. Por ejemplo, podrías asumir que una persona que lleva gafas y disfruta de leer es más probable que sea bibliotecario que agricultor, incluso si hay muchos más agricultores que bibliotecarios.

  3. Anclaje: En la heurística de anclaje, las personas comienzan con un punto de referencia inicial (el "ancla") y ajustan sus estimaciones a partir de ese punto. Por ejemplo, si te dicen que el precio normal de un coche es $30,000, podrías considerar una oferta de $28,000 como una buena oferta, basándote en el precio inicial que escuchaste.

  4. Simulación: La heurística de simulación implica imaginar diferentes escenarios para evaluar la probabilidad de un evento. Por ejemplo, después de una discusión, podrías pensar en todas las cosas que podrías haber dicho o hecho de manera diferente.


Las heurísticas son una parte esencial del pensamiento y la toma de decisiones cotidianas, pero es importante ser consciente de sus limitaciones y posibles sesgos.


El Martillo de Maslow es una heurística centrada en la solución, también conocida como atajo mental. Las personas suelen utilizar herramientas familiares para obtener lo que quieren sin determinar primero si la herramienta es adecuada para la tarea. Esto también se aplica a las habilidades recién adquiridas, donde las personas pueden suponer que la habilidad se puede emplear en casi cualquier situación.

En el mundo de los equipos ágiles, el Martillo de Maslow puede identificarse en roles que persisten con el planteamiento de prácticas o aplicación de marcos ineficaces para el entorno actual, solo por el mero hecho de que han sido exitosos en el pasado.